lunes, 11 de febrero de 2013

A NUEVAS NECESIDADES NUEVOS NEGOCIOS

                                              



                                                                    IMPRECALIA

Quiénes somos?  Imprecalia somos una empresa de profesionales altamente cualificados,  dedicada a la humilloterapia, es decir, a bajar los humos y poner en su sitio a todas aquellas personas que a lo largo de su vida se han convertido en seres despreciables hasta llegar a tener serios problemas en su vida personal y laboral.

Quiénes son nuestros clientes?  Nuestros clientes potenciales son pues, aquellos indivíduos con un ego estratosférico, superpotentes y que derrochan mala leche hasta por las orejas.

En qué consiste nuestro tratamiento?  Ilustraremos con un ejemplo el desarrollo de una sesión hipotética para mayor comprensión.

Don Desiderio Pérez, reputado diputado,  acude a Imprecalia para solucionar su problema y, tras una consulta que nos permita saber más a cerca de su persona pasa al Gabinete de Acción. 
Primero le despojamos de su traje de Armani que ponemos a buen recaudo en nuestro guardarropas. A continuación le proveemos de unos harapos dignos del mejor mendigo callejero -si algún roto deja entrever sus partes pudendas, mejor que mejor- y le manchamos la cara y las manos con cenizas y guarrerías.
Luego le trasladamos a una gran sala circular cuyo centro está en desnivel y allí colocamos a nuestro cliente iluminado por unos focos directos.

-Imprecalia: Así pues tú eres Desi, eh?? y como sabrás eres un cerdo hijo de puta, verdad?? VERDAD??
-Don Desiderio Pérez: si
-I: Pues dilo en alto "soy un cerdo hijo de puta"
-DDP: SOY UN CERDO HIJO DE PUTAAA
-I: Mmmmmm, eso está mejor. Y desde luego a cabronazo no te gana nadie. REPÍTELO GUSANO ASQUEROSO!!

Pasada una hora en esta tesitura se baja la intensidad de la luz y se hace un silencio denso.
Se provée al cliente de un gorro de capirote y se le dejará con el culo al aire. Es entonces  cuando entra en acción nuestro cuadro de actores, cuidadosamente seleccionados mediante exhaustivos castings. Doce hombres, mujeres y niños ataviados con ropajes varios, a saber, monja, militar, colegiala, tendero, panadera, tunos, médico y piloto de avión, empiezan a caminar en círculos con la luz iluminándoles a ellos que comienzan a imprecar a nuestro cliente cual corifeas de una obra de Esquilo.

-Coro: "Hijo de puta, mal nacido, asqueroso!! Sabes que eres un ser repugnante?? qué asco nos das. Feo, ignorante, mala persona, mequetrefe, alfeñique, don nadie...

A estas alturas nuestro cliente tiene la cara colorada como un tomate y cabizbajo nos acompaña a recoger su ropa en silencio. Ahora ya no le sienta como antes. Parece como si el traje no fuera suyo. Y con una lágrima asomándole nos da las gracias con lo que pretende ser un fuerte apretón de manos.

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Nuestros honorarios.    Bonos de 10 sesiones................................3000 €
                                                Sesiones independientes..........................350€

Creemos que nuestros precios son altamente competitivos dado los  óptimos resultados. 

A título personal diré que es una satisfacción y un orgullo escuchar en el murmullo de la cafetería decir un amigo a otro que antes era un auténtico cabronazo y hoy es humilde y manso como un corderito gracias a  Imprecalia.

Recuerda, en Imprecalia te ponemos los pies en la tierra y, si lo deseas, dejaremos tu autoestima a la altura del betún.
Gracias por confiar en nosotros.
                                           
                                                      WWW.imprecalia.es

MODERNO MODERNISMO

Si algo caracteriza al Modernismo es que es atemporal; por eso me fascina. Cuando se mira -o admira- un broche, por poner un ejemplo, uno tiene la sensación de que ha sido diseñado hace una semana y no a finales del siglo diecinueve. Puede que esté latente durante décadas, pero siempre acaba resurgiendo. En nuestro caso y tras un largo período de la escueta recta nórdica, es un placer dejarse seducir por las sinuosas y sensuales curvas modernistas, que ya asoman tímidamente.
Muchos fueron los artistas que sucumbieron a esta tendencia de formas caprichosas. Nuestro Gaudí, con su imaginación desbordante, pasional y sin límites ideó entre un sinfín de cosas, las que yo llamo casaspalaciodehadas con vidrieras, tejados y chimeneas de formas imposibles. Y lo más difícil es que fue capaz de materializarlas sólidas y  rotundas para nuestro deleite. Me imagino la sensación al entrar en una de esas mansiones y respirarlo por cada poro de la piel. Porque el Modernismo no es sólo un estilo artístico; es un modo de vida. Es diseño, tal y como lo entendemos hoy.Es reinventar los objetos cotidianos que nos rodean; peines, espejos, lámparas, accesorios, vestidos, joyas, vajillas, cubiertos, floreros... es un Todo en Conjunción.
Remontémonos a aquella época de cierto esplendor económico,los cabarets, la incipiente sociedad de consumo fruto de la revolución de la industria.Grandes cambios, convulsiones artísticas e ideolóicas Así tuvo que surgir el primer reclamo publicitario: el cartel, otro elemento de identidad. Auténticas obras de arte para anunciar espectáculos, carnavales o fiestas -como harían Toulouse o Chéret en París-.En España se anunciarían aceites entre otros productos y posteriormente para espectáculos taurinos hasta el presnte.
Hace unos años, tuve la suerte de ir a una exposición de Alfons Muchá, uno de los mejores cartelístas que ha habido. Fue una experiencia única ver al natural aquellas obras que tanto admiré en los libros de arte. Reconocer de primera mano a Sarah Bernard, la gran Dama de la Escena, su musa, en cada rostro femenino de aquellas delicadas y seductoras féminas trastocadas en alegorias de las cuatro estaciones. Siempre todas ellas enmarcadas en su correspondiente círculo diseñado al efecto. Disfrutar a veces de la suavidad de sus trazos, otras, de la fuerza de sus carteles de teatro para tragedias clásicas, como Medea. Y muchos otros que una muchacha fumaba cigarrillos, montaba en bicicleta, bebía cerveza o lavaba ropa, tareas mundanas elevadas a categoría semi-divina al chocar con una estética profundamente clasicista. Entonces, Porqué parece siempre tan moderno??

Esta es la magia del Art Nouveau, como dirían los franceses aunque yo prefiero seguir llamándolo Modernismo.