jueves, 23 de abril de 2009

DE LO OSCURO

Poco a poco, Laura fue saliendo de su letargo, pasándo a un estado de duermevela y, por último a la consciencia: estaba despierta. Quería ir al baño, pero aún esperaría un ratito más..."se está tan agusto!"-se dijo. Echaba de menos a Alex. Era la segunda vez en un año que su marido tenía que ir a Londres a una convención del banco donde trabajaba. No le gustaba separarse de él y esos tres días se le harían interminables. Si se hubieran animado a dar el gran paso!, pero tener un bebé cambia mucho la vida. Ya fuera por miedo a la responsabilidad o egoísmo puro y duro, aún no se habían animado, y eso que Alex ya tiene 32 años y ella 33. El caso es que cambiar cañitas con los amigos por pañales y biberones... es para pensárselo dos veces! Por otro lado a veces le apetecía mucho y, en ocasiones como ésta no se sentiría tan sola.
Su vejiga le recordó que su necesidad fisioógica era urgente. Tendría que ir al baño YA. Abandonar el suave calor del edredòn sobre su piel desnuda. Alex la había acostumbrado a dormir "ligerita de ropa" y, ahora, aún estando sola no aguantaba dormir con el más liviano pijama.
Extendió su mano en busca del interruptor; clíck..." Vaya! o no hay luz o se ha fundido la bombilla"-pensó-. Se deslizó al otro lado de la cama para probar con la lámpara de Alex; " no hay luz".
Se preguntó qué hora sería. Debían ser sobre las cinco o cinco y media. La persiana no filtraba ni un ápice de claridad. Tampoco se oía pasar ningun coche. Silencio total.
Salió de la cama, se enfundó las bata y se encaminó a tientas al lavabo. "Ciega, sorda y meona". Ante este cómico panorama, tuvo que pararse y juntar las piernas para no mearse de la risa.
De nuevo en la cama, pensó que Alex había tenido suerte al haber encontrado un trabajjjj.... Entonces lo notó; una mano huesuda y gélida le recorrió su espalda, para, después atraerla hacia sí. No hubo tiempo de que los ojos se le salieran de las órbitas, ni de que la garganta cerrase el paso al sabor acre de la adrenalina. No hubo tiempo de sentir su corazón golpeándole el
pecho como una maza certera. Simplemente se paró y, lo último que sintió fue un fogonazo blanco
eléctrico pasar por su retina.
El forense dijo que nunca había visto algo semejante. El cuerpo de Laura estaba contraído y su cara era una mueca indescriptible. "Un ataque al corazón", fue lo que le dijeron a Alex. Pero el forense sabia que Laura había muerto de miedo. De MIEDO con mayúsculas.
Alex se quedó destrozado. Nunca volvió ser el mismo. Todavía ahora, casi un año después, dormía mal, sudaba, lloraba y la rabia y la impotencia desbordaban su alma.
Esta noche estaba muy mal. Tendría que ir al baño y tomarse una de esas pastillas que el psicólogo receta cuando sabe que las palabras carecen de significado -es decir, desde la primera visita-.
Alargó su mano en busca del interruptor de la lámparita. Click: "Vaya, o se ha fundido la bombilla
o se a ido la luz"...

jueves, 16 de abril de 2009

PASAJE A LA SINRAZÓN (versos libres)

Mente vacía, ojos huecos;
mirada perdida en el horizonte infinito.
Paisajes ignotos, remotas estepas;
hielo abrasador, frío fuego
que el tiempo a deshecho.
Del ronco mar y del profundo viento.
Arroyos yermos,
estrellas oscuras en el tenebroso cielo.
Tortuosos caminos de la razón
que nos arroja al abismo de la locura!:
GUSANOS DEL AVERNO, NUNCA OS COMAIS MIS RECUERDOS!!!